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ENTRE ALAMARES

ENTRE ALAMARES – Moreda & Molero

Un proyecto entre amigos es aquel en el que se aúnan fuerzas. Mi estimado amigo, el pintor taurino Pepe Moreda, me envío una serie de seis serigrafías artesanales, con la petición de escribir un pie para cada una de sus obras. No era la primera vez que escribía para él. Me inspiraron de tal forma que decidí narrar poéticamente la vieja historia de torear con la luna, costumbre propia de inicios del S. XX cuando los maletillas se metían clandestinamente en las dehesas, para torear bajo la luna llena. Se apartaba al animal a un lugar donde se le pudiera torear y a continuación se le devolvía al filo del amanecer. En ocasiones se despojaban de toda su ropa, excepto el humilde calzado, enfrentándose a un animal, sin más apoyo que el arrojo y una muleta blanca.

No contento con lo escrito decidí convertirlo en un audio libro en el que participaron músicos como Alessandro Pacella, Borja Losada, Manuel Baena, Daniel Casares y el irrepetible locutor Manuel Lorenzo, entre otros que constan en el apartado de créditos. El trabajo del ilustrador Víctor Pérez terminó por otorgar tronío a Pepe Moreda.

Moreda describe y divide la faena en seis pinturas. El proyecto se presentó, de manera recatada en la Monumental de Las Ventas (Madrid)

José Miguel Molero

 

DE PASEO. RESPIRANDO A FONDO PERDIDO.

Soy de todas los parroquias que tengan plaza, capilla, patio y chiquero.
Ya está vestido el galán con mis atalajes.
Con el crucifijo abrigado en el puño con el que me santiguo.
Se va abriendo la tarde
El mismo con el que sujeto el pecho y capote de jadeo.
Respiro a fondo perdido
Ya bebe la arena los charcos de luna desmigada.
De arrojo y metales vestido
Espero de miedo amigo, y camino y de mente en blanco, callo y espero.
Soy novio de la arena.
Se va haciendo el sol prisionero del callejón.
No voy solo. Somos las huestes del albero.
Orgulloso hermano de colores distintos y candentes alamares.
Brocado de plata y valor.
Se va rompiendo el cielo. Vamos de paseo.
¿y de color? Burladero
Un delirio. Un ejército que se va congregando unido de silencio.
A la espalda defienden jinetes, monosabios, tiros y corceles
Precisa procesión hasta donde mande el primero vestido de ibérico gladio.
Sobre el mosaico de tierra soy un peón, un rayo. Soy un torero.
Hasta recibir la inclinación de cabeza de quien manda sobre la carne.
Liturgia de caminantes. Vamos de paseo.

Música: Manuel Baena y Borja Losada – Andalusian Sound (Córdoba)

 

DESPLEGANDO VELAS

Uno a mano del otro, otro al pase del uno.
Desplegando velas.
Es difícil no atravesar fronteras con los puños cerrados.
Sujeto, a ciegas, protegido y de oro vestido.
Así salgo a recibirte, que del honor vienes certero.
Raudo tizón candente, bravío, fuerte, grande.
Como un trueno.
Yo, inhiesto mástil vigilante entre montera y capote, te miro.
Desplegando velas. Te vigilo, te miro.
Sabiendo de tus formas te admiro y te oigo
Y bajo mis pies siento tormenta. Y te recibo.
Volando huye el capote queriéndome desheredar de su abrigo.
Y me agarro fuerte al aire respirando una bocanada de tu bufido.
Cuando tu sales y te alejas y te sientes corrido por el aire,
es que nos hemos conocido.
Uno, al paso del otro, otro, a la mano del uno
y probamos una vez
y otra mano y otra vez
porque nos hemos comprendido.
Nos hemos acercado y nos hemos medido.
Tú, vestido de piel, polvo y bien nacido.
Yo vestido de oropel, oro y soy alas de capote como velas.
Soy anfitrión y peregrino de tarde a tarde y sudor compartido.
El miedo, trenzado entre alamares, apretados los machos
Clavado a la tierra. Desplegando velas.

Música e interpretación al piano de Carolina Marín – Tema inédito Y sin embargo aquel niño.

EL BAILE

De puntillas
El pecho. Para afuera. Apuntando a los negros ojos de la llamada.
Cita…, a ciegas.
Baila, baila, mira, mírame que te bailo
Y mira como bailo. De frente, al frente.
Mis hombros danzan del este al oeste.
Mis caderas, suspendidas de oriente y luego a poniente
y así te conquisto.
Con la sensual danza de jugarme el empellón y
puntazo hasta el corazón de mi vientre.
No cejo hasta que te conquisto en el arranque.
Hundida montera sobre pestañas de acero que brilla como plata de varón.
Desde el centro de la rosa de los vientos de
nuestra tierra redonda y pequeña
en este concurrido aposento. Me presento.
Esta tarde sólo bailamos los dos. Mírame, aquí me entrego
luchando por el paso.
Tú me miras. ¡No te distraigas estamos tú y yo!; y me esperas
y yo te tiento, y te vigilo y no te pierdo el pie.
Y te bailo y te cito hasta encontrarme contigo
en el vértigo de un salto de fiera.
En el aire me suspendo y conquisto tu carne negra.
Te confundo y caigo y clavo puntera.
Miro hacia atrás y a la redonda vuelo y levanto porque yo bailo y te bailo.
Y por las tardes yo me muero por bailarte y contigo
me hago maestro de salón.

Fryderyk Franciszek Chopin – Polonesa Nº 6 heroica

HERMANO LEGO

Soy el hermano lego de la plaza.
Sin derecho, sin nombre.
Ciego.
Sin destino y de corto recorrido.
De baja jerarquía. Mudo al sol y con ajustada quijada de hierro. Prieto.
Siempre me llevan sujeto.
Gemelo del otro tendido esperando bufido de caído.
Corta frontera de tablas. Ése es mi inapreciable reino.
Caballo de brega y entrega.
Greguería de jergón, cincha y empellón.
Soy el hermano lego de la plaza.
Sin derecho, sin memoria, sin historia.
Ciego. Turbado y conducido. Esclavo de rienda y ajustado bocado.
Presiento y no escapo y a mi Cid me siento unido.
Soy el hermano sin derechos. Hermano lego, pero piso plaza
y cabalgo vara.

Alessandro Pacela (Nápoles) acompañamiento de palmas por soleá y yembé en combinación con cantos gregorianos de librería.

MANO A LOMO

Que fácil es sufrir el envite con la mano abierta.
Con la manos al estoque
Con los pies a la tierra
Con la mirada perdida en el tendido del sol. A la luz y al sol.
Que yo no sé qué te llevó a darte aquella noche de locura, aquel baño de luna.
¿Perderte en la querencia de bailar con la muerte a ciegas?
¿Pisar descalzo el prohibido campo,
o desafiar la falta de ánimo y probar tus quince años?
Qué te llevo a querer vestirte de lomo negro.
Cruzar mirada con fiera leal y parda.
Piel a pelo.
Mano a lomo.
Lance a tiempo.
Un segundo, un lance, otro pase. Todo tiempo.
Detenido, cargado. Sobrio, Serio. Sólo. Ebrio.
De locura en matrimonio con lo propio.
Al sol y a la muerte y a la sangre que ha de brotar de tus muslos, víctima del honor y gloria de un asta limpia y de albero fratricida.
Con el pecho, abrochao`
Abierto, lo justo y la mirada de porfío.

Música: Alessandro Pacella (Nápoles) Kammermuzak Studio

SALE EL GESTO ESPONTÁNEO

Sale el gesto espontáneo. Durante lustros, por años;
aritméticamente pensado.
Te sorprende, te detiene, te sobrecoge y te lleva al puerto del lomo acunado y jugándote la vida.
Sale el gesto, gestado durante lustros por años.

Sale el gesto cansado de unidas pezuñas y guiño claro. Te espero.
Mirándote por encima de mis astas te invito a la cama de la muerte.
Bravo. Esperándote durante años.
Ha sido larga la tarde.
En chiqueros, esperando, escuchando el calor de un cubil de tierra mansa.

Embistiendo ese gajo de carne que hago mía.
Hermanos de sangre.
Manchado de ti hasta las entrañas y de tu entrañas.
Cruzándonos los ojos.

Qué membrana de ojos tengo.
¿Testuz negra? Azabache de mis padres. Campo y valle cabalgar.
Qué tu patria es mi piel. Y de la dehesa la mía, que la tuya también.
¡Que mi muerte es tu vida y tu vida la mía!

Sale el gesto en un vuelo de pie.
Te sobresalta, te batalla y asalta
y te traga y escupe hasta la bola, saliva de acero y plata.
Debiste quedarte al lado del sol. Hoy te perderé,
uno de los dos arrastrará sangre y casta de volapié,
a la espalda del destino.
En veneno distinto, mandrágora y corteza de tejo y amapola.
Los dos del mismo color de la muerte.
Hermanados de gesto negro y unido gesto.
Los dos vistos en una aureola.
Y vuela la suerte…
…Y de un lance, el gesto.

Créditos

Guitarras: Daniel Casares

Palmas y yembé: El Búho

Saxo: Carolina Marín

2ª Voz: Manuel Lorenzo (Locutor y actor) quien otrora protagonizara, entre otros, el inolvidable personaje radiofónico del abuelo Segismundo en La saga de los Porretas.

Grabación, masterización: Estudios Katakrash Producciones

Técnico de sonido y animaciones Carolina Marín

 

Poemas y declamación:
José Miguel Molero desde Katakrash Producciones y Manuel Lorenzo en la poesía Sale el gesto, desde los estudios de Radio Cadena SER (Madrid) con Myriam Soto como técnico de grabación.

Diseño y dirección de arte: Víctor Pérez

Posiblemente el único DVD en el que se hermanan el arte de Cúchares, la poesía, la pintura y la música. Registrado a nombre de los autores. Presentación Miguel Ángel Moncholi

La liturgia del toreo, maridaje de gráfica y verso.  Miguel Ángel Moncholi

La metáfora lo es todo o nada. Todo para quien con su sensibilidad absorbe cuanto abarca de belleza. Nada para quien se cierra ante su generosa dádiva encubierta.
La metáfora es poesía, canto, leyenda. Una palabra, el verbo de quien ensueña el pensamiento que asoma una mañana de primavera. La juventud definida como la primavera de la vida. El toreo “jondo” como el cante de la muleta.

Verso y pluma. Pincel y poesía. Crujío y trazo. Color y expresión. De la mano van, de la mano… El genio de Moreda y el ingenio de Molero, dos artistas unidos por el arte de la tauromaquia plasmado con el duende de los pinceles y la magia de las palabras. Percibir, leer, oír y escuchar.

Mano a lomo. De paseo, respirando a fondo perdido. Desplegando velas. Hermano lego. El baile. Sale el gesto. Seis reverencias a la Fiesta y al toro, contadas con la sencillez del rasgo. Cantadas con el duende y el misterio de la voz. Recreadas con el repaso de la ojeada. Imagen, verso y eco que salen del alma de ambos artistas, unidos por el embrujo de la tauromaquia.

Una obra ambiciosa, como ambiciosa es la crianza del toro de lidia. Años de mimo y cuidado hasta alcanzar la muerte o la gloria. Trapío, casta, bravura y entrega hasta su fin en un sacrificio, no siempre entendido, como parte de una liturgia mil centenaria. De un rito que tuvo desde sus orígenes al Mediterráneo como cuna y a la península Ibérica, la Iberia y más tarde Hispania romana, su principal albacea.

El mismo Mediterráneo que goza mecido por la guitarra de Alessandro Pacella, o embozado en las notas de Chopin y el piano de Carol Marín o del sincopado ritmo de Manuel Baena y Borja Losada. Imagen sonora de la imagen misma. Prosa, poesía y trazo. Luz, color y timbre. Notas y rasgos unidos en pos de la belleza que aporta el Toro. El Toro, sí, con mayúscula. Y el torero, humilde y gallardo como así lo pintara el mismísimo Picasso y lo encarnara Luis Miguel Dominguín, su más íntimo amigo de cuantos han pisado el albero a lo largo de la historia.

Y todo para dar color y ritmo a esos momentos efímeros de la tauromaquia que encuentran en la obra de Pepe Moreda, la decidida respuesta de su genialidad, parando el tiempo y dando esencia a cada instante de los momentos plasmados con la fuerza y sutileza, todo a un tiempo, de su trazo firme, ajustado y sereno.

Obra de un maduro Moreda a través de cuya plástica se remarca con silueta intuitiva, personalísimo color y firme movimiento el conjunto de cuadros que nos ofrece la obra y al fin nos seduce para viajar a través de la tauromaquia, expresada en el primer cuadro, “Mano a lomo”, que bien puede considerarse como una composición inspirada en la obra editorial de su admirado y gran amigo César Palacios. Todo un viaje de quienes a corazón perdido, bailan, corren y juegan con el que todo lo da en rito tan ancestral.

Faena que sólo la sensibilidad de quien domina el verbo y el icono, la semántica y semiótica de un lenguaje único, sempiterno, el lenguaje de los toros, y que aporta con su palabra, voz y contexto el ensalce de lo que desde siglos mitificó al astado, elevó a la mitología y fecundó finalmente en el minotauro. Sólo con su pasión por la Fiesta se puede engendrar, como así ha hecho José Miguel Molero, un canto propio de su ingenio.

Canto de quien ama la belleza, la fuerza, la entrega y el gesto de quienes hacen posible la Fiesta de los toros. Un recorrido con la sensibilidad propia de quien domina el verso.

Un viaje al más allá de los toros a través del cual Molero conduce al lector por momentos de intensas emociones. “Es difícil no atravesar fronteras con los puños cerrados”, expresa el autor del texto para atraparnos en lo más hondo de nuestros sentimientos.

Sentimientos que se ponen de manifiesto en lo que puede considerarse tras el análisis de los expertos como la única loa al caballo de picar en la historia de la poesía española:
“ Caballo de brega y entrega. Greguería de jergón, cincha y empellón. / Soy el hermano lego de la plaza./ Sin derecho, sin memoria, sin historia. Ciego… “

De estilo directo. Consciente del trasfondo social, ético y religioso de la Fiesta, Molero se deleita y nos deleita al zambullirnos en el paseíllo, tradicional conversa de matadores, banderilleros y piqueros, todos ellos toreros, camino de la gloria o del desdén, del Olimpo propio de los dioses o del averno, evidenciada con la muerte en derredor, siempre revoloteando.

Muerte que al fin también aparece en ese gesto de entrega del toro, en esa apostura ciega del torero. De semejante embroque se dice, y así es cierto, que es el único momento en que el torero le pierde la cara al toro. Y en semejante embroque, recordemos, Manolete fue muerto por Islero.

Muerte que hace de la liturgia taurina, de la Fiesta de los toros, la mayor verdad de las tradiciones que aún permanece entre la humanidad y que es rememorada en la obra conjunta de dos artistas, José Miguel Molero y Pepe Moreda, que se asoman al ruedo de la mano de la belleza de cada una de sus artes, escenificadas al alimón para mayor gloria y honra de la Fiesta, que tiene en el toro su referencia indiscutible y en los valores, el complemento esencial e indiscutible que aporta el torero.

Para quien tiene el orgullo y el honor de compartir estos pensamientos es momento de hacer mutis por el foro, taparse humildemente en lo recóndito de la barrera y perdido en el callejón dar paso a ésta su obra y así permitir con mayor fortuna que quien convertido en lector, observador y oyente de esta gran obra inicie y disfrute de un gran viaje por la imaginación de la tauromaquia hecha gráfica y versos.

¡Va por ustedes! ¡Va por ellos!